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Gina Paola Gallo es colombiana, Ingeniera Forestal egresada de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, con más de 10 años de experiencia en la gestión ambiental del territorio, especialmente en el diseño y planificación de Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas – POMCAS, en Corporaciones Autónomas Regionales – CARs y firmas consultoras. 

Gina nos comparte sus experiencias como mujer en el sector forestal, las actividades que ha realizado y los retos que ha enfrentado a lo largo de su recorrido profesional.

ENTREVISTA

Lili: Gina cuéntanos un poco de ti, de tu background y de lo que haces en la actualidad.

Gina: Mi nombre es Gina Paola Gallo egresada de la Universidad Distrital de Bogotá hace ya 11 años. Actualmente, trabajo en la CAM, la autoridad ambiental del Departamento del Huila y el área en la que más me he desempeñado ha sido cuencas hidrográficas y recurso hídrico. La mayor parte de mi experiencia ha sido con entidades del estado y trabajé un tiempo en el área de plantaciones forestales. Básicamente mi principal interés sigue siendo recurso hídrico, es el tema que más me ha gustado hasta hoy.

Lili: Quisiera irme un poco hacia atrás y saber ¿por qué decidiste estudiar Ingeniería?, ¿cuál fue la razón o el motivo por el cual elegiste esta carrera?

Gina: La verdad no la elegí, me eligió a mí porqué fue un tema más del destino y de la indecisión, la verdad hasta hoy no sé que sería, pero yo había llenado la solicitud para estudiar Licenciatura en Idiomas, y el último día de la inscripción, haciendo la fila para entregar el formulario me puse a mirar el librito que entregan en la facultad, y no sé, y algo me dijo no, talvez no tengo la vocación necesaria para una carrera como esas y adicionalmente no me veía ejerciéndola. Así que, revise el pénsum de las ingenierías y la de forestal me gusto mucho, habían asignaturas que se veían abiertas, como extensión forestal y todo lo relacionado, y dije bueno, suena interesante. Pero la verdad, nunca había escuchado nada sobre la ingeniería forestal, menos de un ingeniero o ingeniera forestal, básicamente llegue completamente nueva a la carrera, de pensamiento incluso, ya que me quede con la idea del folleto, y con ello me arriesgué, me presenté y me admitieron en la universidad. Ya allí conocí que es la Ingeniería Forestal.

Lili: Cuando ya terminaste la carrera y te graduaste, ¿cuáles fueron esos primeros obstáculos que comenzaste a enfrentar?

A nivel personal, la expectativa con la que sale de lo que hace un ingeniero forestal, los primeros trabajos por lo general son en campo, en áreas lejanas de las ciudades, en mi caso por ejemplo: el llegar a campo a tratar de armonizar un poco lo que uno aprende en la universidad y lo que realmente se encuentra en territorio y como actuar, como aplicar lo que uno aprendió, pero sin irse al extremo porque ya en la práctica las cosas no son tan exactas a como uno las ve uno en la carrera, sin que sea un problema de la universidad, es algo que ninguna universidad puede predecir. Mi primer trabajo fue en un área rural de influencia bastante machista, visitando finca por finca, revisando y planificando el componente social, tratando de convencer de alguna manera a los usuarios a generar cambios al interior de su predio que mejoraran la condición ambiental, ya que era una área sensible, no era un área de páramo, pero pues con ocupación, con presencia de comunidades.

Llegar siendo mujer a un área en donde todos los usuarios son hombres, señores que no dejan hablar nisiquiera a su esposa, que no lo dejan a uno pasar de la puerta, sin que medio le crean algo, fue difícil, aparte que por mi contextura, no soy la mujer más grande, ni la más acuerpada, entonces claro yo llegaba y más o menos preguntaban y ¿dónde está el ingeniero forestal?, con todo lo que ellos sé imaginaban que era un ingeniero forestal, como si yo no cumpliera visualmente las expectativas de lo que ellos se imaginan que es un ingeniero. Fue un reto grande, el poder ganarse la confianza desde el punto profesional y que ellos consideren que realmente uno tiene algo para aportar y que tiene la intención de recibir y aprender también de sus territorios. Entonces por ello, los primeros meses la verdad fueron muy difíciles, aparte era en una zona en la que no tenía comunicación con mi familia.

Trabajé con profesionales de diversas áreas (veterinarios, ingenieros ambientales, psicólogos, etc.), entonces también es un reto poder mostrar como su carrera realmente puede ser complementaria al trabajo que los demás desarrollan. Consideraría que saliendo de la carrera esas fueron como los principales retos u obstáculo que enfrenté, claro que hay un momento que uno dice, “ay porque no estudié algo que me tuviera por allá en una playa”, algo mucho más fácil en el sentido de que sea más fácil reaccionar, que tu tarea sea: ya sabes exactamente que es lo que tienes que hacer, mientras aquí hay momentos en los que a uno le toca como callarse un poquito, escuchar y ver qué está pasando, para ver si realmente algo de lo que uno tiene para aportar es válido también en esos contextos.

Lili: Y por ejemplo, ¿cuando estabas en la universidad te visualizabas trabajando en gestión ambiental?, o sea, decías voy a salir y voy a trabajar en cuencas, voy a planificar el territorio o ¿en la universidad generaste como otro tipo de expectativas?, ¿que estabas pensando en ese momento?.

En la universidad y como casi siempre uno dice en esta materia me va bien, yo me voy a dedicar a eso. Pero no, a mí me gustaba mucho el tema de suelos y la dendrología, hasta la tesis la quise hacer en suelos, pero finalmente no pude.

Me veía aprendiéndome todos los nombres de las especies, la botánica me gustaba mucho. En contraste con el área de extensión rural comunitaria, ya que no soy la mujer más social y nunca fui digamos tan hábil para manejar un grupo o para pensar que podría liderar algún proceso que tuviera ese contexto social, entonces realmente yo pensaba que lo que mejor me había ido en la universidad, a eso me iba a dedicar. Me gusta el tema de las cuencas hidrográficas, en la universidad fue completo y a hoy creería que la visión que tuvimos en cuencas en la universidad quizás no ha cambiado mucho, más allá del tema social, pero no fue un tema que yo dije alguna vez: “sí me voy a dedicar a eso”, porque para mí en ese momento el tema de cuencas era más un tema como netamente hidrológico, entonces no estaba dentro de mis expectativas de la vida laboral. Esto me dió la oportunidad de conocer un poco más lo que es la gestión, no solamente del componente forestal, sino de todo lo que integra la cuenca y cómo tratar de hacer un manejo más adecuado de cada territorio.

Lili: ¿Cuáles son esas fortalezas que has desarrollado a lo largo de tu carrera?

Gina: Creería que el vínculo con la gente, el cómo hacer que el conocimiento que tienes sea útil en el área de trabajo. Lo que más me ha llamado la atención en el área de cuencas hidrográficas es lo interdisciplinario del tema, todos los temas que integran, el reto que genera leer el territorio desde diferentes puntos de vista. El empezar a formar una visión más crítica, aprender a tomar decisiones con lo que se tenga. La versatilidad que tenemos los ingenieros de querer llegar a hacer de todo y el contacto con la gente. Si me comparo con mi yo de 10 años atrás, ahora tengo una visión más crítica de como actuar y reaccionar a ciertas situaciones.

Lili: ¿Consideras que ha cambiado la participación de la mujer a lo que fue 10 años atrás?

Gina: Inicialmente, en mi primer trabajo trabajaba con muchos hombres y mi rol era muy técnico, no estaba tan vinculada en el sector forestal, para mí es muy difícil recordar en ese momento como era el rol de las mujeres. Después tuve la oportunidad de trabajar con mujeres forestales jefes de diferentes áreas y siempre escuchaba comentarios negativos: “es que es muy brava”, “como es mujer hay que tenerle más cuidado”, después la misma gente cuando ve el desempeño de la persona ya valora su gestión. Agradezco mucho las diferencias de género, porque permiten valorar las fortalezas de los hombres y las mujeres. Ahora veo a más mujeres en roles de decisión y en general se valora.

Internamente para las mujeres no es fácil llegar a un cargo de decisión, se siente la necesidad de llegar pisando fuerte porque no ha sido fácil llegar allí. En general, ha sido muy relevante el papel de la mujer forestal, que en un principio era considerada una carrera de hombres, y es clave para el manejo de diferentes componentes. Pero es importante resaltar, que siempre ha sido a través de alguien más, una persona que motiva o impulsa a otra a llegar donde está.

Lili: ¿Qué consejos les darías a las nuevas generaciones de Ingenieros o Ingenieras Forestales?

Gina: No sé si soy la mejor persona para dar consejos, pero creo que no hay que esperar a ser excelente en todo, es fundamental decidir que es lo que nos gusta y hacer lo que podamos. No solo es la formación lo que lo hace a uno buen o mal ingeniero, es tener la claridad de que necesitas de muchas profesiones y de diferente tipo de personas. Tejer redes es fundamental, siempre tengo personas a quién referirme. Así que a sentirse orgullo de tu profesión y la línea que escojas desarrollarla con toda la actitud.


Con Gina tuvimos la oportunidad de trabajar en varios proyectos, me gusta muchísimo compartirles su historia, es una historia muy honesta sobre lo que es nuestra profesión en un área fundamental como la gestión ambiental del territorio. Así cerramos esta entrevista, espero que la disfruten. Y para las personas que nos leen, no se olviden de comentar y compartir.

¡Gracias a tod@s! Nos vemos en la siguiente entrevista.