Hace poco leí el libro “Mujeres Científicas Ocultas en la Historia” (Women Scientist: Hidden in History) de Cynthia O’Brien, donde se relata la historia de mujeres maravillosas que han hecho grandes aportes a la historia de la humanidad; tengo que confesar que no conocía a la mayoría de mujeres que menciona y de las importantes contribuciones que realizaron, es primordial recordar que todas estas mujeres vivieron en una época en la que el acceso a la educación para las mujeres era restringido y no se tenían los mismos derechos que los hombres.

Lise Meitner

Quiero contarles la historia de varias mujeres que me llamaron la atención, y empezaré por Europa, en donde en 1878 nació Lise Meitner, una física austriaco-sueca que contribuyó a los descubrimientos del elemento protactinio y la fisión nuclear. Pasó dos años intentando aprobar el examen de ingreso para estudiar en la Universidad de Viena y, en febrero de 1906, Lisa se convirtió en la segunda mujer en obtener un doctorado en física. A pesar de ello, le fue muy difícil encontrar un trabajo hasta que en 1907 conoce al físico Max Planck.

Para estudiar y trabajar, Lise se trasladó a Berlín, donde empezó a trabajar con el químico Otto Hahn y se convirtió en la primera mujer en tener el título de profesora. Desgraciadamente, en 1938 el trabajo de Lise se vió truncado por el Nazismo en donde la vida de los judíos alemanes estaba en permanente riesgo. Por esta razón, viajó apresuradamente a los Países Bajos; en donde meses más tarde llega a Suecia. En Suecia, quiso continuar con el trabajo de Otto en Berlín, por ello se escribieron en secreto, avanzaron en sus investigaciones y descubrieron la fisión nuclear.

Otto escribió documentos en Alemania apoyando su trabajo, pero no incluyó el nombre de Lise para protegerla de los nazis. A lo largo de su carrera fue propuesta 48 veces para recibir el Premio Nobel, pero Lisa nunca lo ganó. En 1944 Otto Hahn gana el Premio Nobel de Química por “su” descubrimiento de la fisión nuclear, el cual generó la reacción de varios científicos y periodistas que calificaron de “injusta” su exclusión.

Finalmente, la comunidad científica reconoció su trabajo en 1966 y Lise, Otto y Fritz Strassmann recibieron el Premio Enrico Fermi de la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos.

Lise murió mientras dormía el 27 de octubre de 1968 a la edad de 89 años.

Lise es una de las muchas mujeres increíbles que he descubierto en este libro; he elegido a algunas de ellas para compartir sus historias con vosotros.

Dejáme saber en los comentarios si la conocían, nos vemos en el próximo post.