Queriendo conocer un poco más de Canadá a través de sus libros, me encontré con “I am woman” de la escritora y poeta Lee Maracle. Lee es una mujer indígena que ha dedicado gran parte de su vida a compartir su visión sobre los efectos de la colonización europea en las comunidades indígenas canadienses, particularmente los problemas relacionados con las mujeres indígenas.
Este libro representa su lucha personal con su condición de mujer, su cultura, sus creencias espirituales tradicionales y la soberanía política de su comunidad. Publicado originalmente en 1988 y reimpreso en 2003, “I am woman” reúne una colección de historias, poesías y ensayos que siguen siendo muy vigentes en la actualidad. Este libro evidencia el poder emancipador de la escritura, a través del cuál Lee expresa sus vivencias personales de una forma cruda y real. Por ello, para escribir este texto he traducido algunos fragmentos del libro que bajo mi criterio son muy importantes de citar.
Al empezar a leer este libro una de las cosas que más me llamó la atención, es lo que significa para ella el proceso de colonización, y como este esta fuertemente relacionado con la sexualidad y el autoestima. Por ejemplo, como lo relata en el siguiente fragmento:
“Para las mujeres nativas la colonización significa la ausencia de belleza, la negación de nuestra sexualidad. Nosotras somos las hembras de la especie: “Nativo”, indeseable, seres no sensuales que nunca se van. Nuestros vientres dan frutos pero no son dulces. Para nosotras la relación sexual no esta marcado por la ternura sumisa dominante blanca de clase media patriarcal. Es más una liberación física de la presión y el dolor del colonialismo – violación mutua”. – Página 20 –
Es así como Lee ahonda en sus más profundos sentimientos, y muestra el significado de ser mujer en una cultura marcada por un fuerte proceso de colonización; siendo de las primeras niñas indígenas en asistir a una escuela pública, en donde las despojaban de sus creencias y costumbres. Pero ella desde esa edad cuestionaba la religión, especialmente el catolicismo.
“El dijo que era cristiano, católico e interpreté … Lo más gracioso que dijo es que él era católico romano. Roma es un lugar en Italia, muy lejos. ¿Cómo puede él ser de aquí y de allá? – Página 65 –
Otro de los temas que aborda es el racismo como producto esencial del colonialismo, en donde se requiere fuerza para la persecución y destrucción de todas las formas de resistencia (física, cultural y política), ya sea la resistencia individual o colectiva. El colonialismo significó para Lee la destrucción y expropiación del conocimiento, particularmente el lenguaje, la medicina y la cultura, y la persecución incesante de focos de resistencia.
“Los objetivos de los colonizadores son disolver las comunidades y sus familias, y destruir el sentido de nacionalidad y el espíritu de cooperación entre los colonizados”. – Página 93 –
Así mismo reflexiona sobre el rol actual de la cultura CanAmérica (Término usado para referirse a los no indígenas canadienses) y la necesidad de que esta refleje las condiciones, aspiraciones y los sueños de las personas en cualquier período de su historia. Lee afirma que la cultura es el espejo de la vida de las personas, en donde los CanAmérica son consumidores, no productores de riqueza.
“Hombres de negocios manejan este continente y de hecho son los dueños. Creemos que un hombre de negocios inteligente es quién construye su fábrica en Sur África, toma ventaja de las leyes de segregación racial, extrae las materias primas de nuestro hogar y campos nativos libres de impuestos, y gasta su dinero en Nueva York, Toronto, Vancouver o Montreal…”
En los últimos capítulos de este libro, Lee expone su visión sobre el movimiento de mujeres en el cual no se siente identificada, afirma que las mujeres blancas de norteamérica definieron este movimiento acorde a su propias perspectivas. Sin embargo, se siente parte del movimiento global de mujeres en el mundo que lucha por la emancipación. En este aspecto es necesario tener en cuenta que este libro fue escrito en 1988 y muy seguramente varias cosas han cambiado.
Para finalizar, solo me resta por decir que “I am woman” es libro tan poderoso que podría quedarme horas analizando cada uno de sus capítulos, es un libro que me dió la posibilidad, a través de los ojos de una mujer indígena, de conocer otra visión de la historia de este país. Lee en la actualidad tiene 70 años y continúa escribiendo, ha sido docente de diferentes universidades canadienses y se le reconoce como una de las primeras escritoras y poetas indígenas del país, espero encontrar más libros de ella, seguir aprendiendo de su visión y compartirla con ustedes.